Texto completo del discurso de Yamandú Orsi el día 9 de julio en el acto de asunción como Intendente de Canelones
“Antes que nada, a
los hermanos Argentinos que nos visitan de Rosario y La Plata, en una fecha como la de hoy, muchas gracias por estar y felicitaciones por la fecha. Hoy estamos en un 9 de
julio y que hayan venido hasta acá nos llena de orgullo.
Hace 10 años atrás
estábamos en este mismo lugar, inmersos en otra realidad, una realidad muy
diferente, con expectativas distintas, pero cargando con el mismo entusiasmo de hoy.
Por lo tanto un agradecimiento por haber venido y a aquellos que se incorporan ahora,
gracias por estar. Debería agradecer a todos los que veo, o los que me doy cuenta
que están, ministros, senadores, diputados, legisladores en general de todos los
partidos políticos, embajadores, compañeros, ciudadanos todos, mi familia. Decía
recién que asumimos esta responsabilidad con el mismo entusiasmo, porque esta tarea
sólo tiene sentido si se la afronta con entusiasmo, con esperanza, con optimismo, que
no es otra cosa que la confianza en nuestro equipo y en los
canarios todos.
Luego de este
proceso, más lo surgido del último ciclo electoral, lo esencial en un discurso de asunción
es el reconocimiento, que va de la mano de un sincero y profundo
agradecimiento. Siento una enorme gratitud hacia el entorno en el que me crié, hacia la
ciudad que me vio crecer, esta ciudad de Canelones; gratitud hacia la vida y con la vida misma,
que me permite esta insustituible experiencia que es tener y formar una familia.
Estoy muy agradecido con quienes me acompañan en el camino, con los compañeros,
con los referentes políticos que nos aclaran permanentemente la visión, como Marcos,
como Pepe, como tantos otros y algunos que ya no están.
Debemos reconocer
además el papel de los partidos políticos, de los trabajadores, de los ciudadanos
canarios todos. A mi familia le digo gracias por darme las herramientas fundamentales para
la tarea, los valores esenciales para la vida y gracias por acompañarme. A los
que me acompañaron en estos primeros 10 años les digo que a pesar de la vorágine
de la gestión tengo memoria. Recuerdo los momentos complicados del arranque, valió la pena. Y nos equivocamos muchas veces, pero agradezco la actitud
permanente de levantarse y seguir caminando. A los compañeros y compañeras de
ruta, permítanme decirle que todo este proceso valió la pena, no ha sido en vano y que
siempre aprendemos llegando juntos. Sé que estoy y me siento acompañado. Al nuevo
equipo que instalamos en el gobierno departamental los convido a asumir
nuevos desafíos con la misma puntería. Los objetivos no cambian por más que sean otros
los nombres. La clave está en planificar, trabajar en equipo, discutir mucho y
trabajar muchísimo. Y en estos tiempos que corren se afirma cada vez más la idea de
combinar audacia con prudencia, a eso los invito. A mi fuerza política le doy las gracias por
la confianza, asumo el maravilloso compromiso de honrar la memoria de los que
aportaron a la construcción de esta herramienta: el Frente Amplio.
Compromiso de estar
primero al lado de los que más nos necesitan, compromiso del cumplimiento de lo
elaborado entre tantos y tantos militantes anónimos. Al resto de las fuerzas políticas
gracias por estar. A los demás partidos, vaya una convocatoria a construir juntos el
Canelones del mañana, desde una lógica postura de oposición a las líneas que marcan
nuestra filosofía política, pero invitándolos a encontrarnos siempre en el territorio
donde nuestra gente tiene sus necesidades, sus alegrías y sus penurias, porque es ahí donde
encontramos las necesarias coincidencias. A los trabajadores de la Intendencia, vaya mi
agradecimiento y mi reconocimiento por los logros de estos años, que también son sus
logros y fundamentalmente son sus logros. Y vaya una invitación a seguir fortaleciendo el rol del servidor público a partir del diálogo, del compromiso,
del intercambio de ideas.
Los ciudadanos de Canelones sepan que más allá de los aciertos y de los tropiezos, nos vamos a hacer cargo como en estos últimos años. Nos hacemos responsables de la tarea. Asumimos hoy el compromiso de encarar con absoluta responsabilidad la tarea que se nos ha encomendado, dar la cara, hacernos cargo, asumir los riesgos y siendo absolutamente transparente en nuestras acciones; esas son nuestras guías para la acción.
Tanteábamos en plena campaña electoral que la premisa fundamental para gobernar en Canelones es conocer Canelones. Crean que nunca se lo termina de conocer todo.
Su impresionante diversidad hace de este pedacito de país un lugar desafiante y nos somete a pruebas constantes. “Que problema Canelones”, nos dicen a veces. “Que choclo”, dice algún otro. Es maravilloso asumir con tanta complejidad, con tanta diversidad. Sabemos cómo afrontar esa complejidad y cuáles son las tareas. Como por ejemplo: una gestión más eficiente y ágil. El tema del tiempo se hace fundamental. Yo
he repetido una frase que no es mía, de alguien que planteó que lo más revolucionario era cortar el tiempo entre que se toma una decisión y que se ejecuta.
Vamos a hacer una apuesta a más inversiones en el departamento, a más puestos de trabajo; no vamos a aflojar en esto. Sabemos que hemos avanzado mucho, pero a no bajar la cabeza. Debemos seguir apostando a que se siga invirtiendo en nuestro departamento. Seguiremos ordenando el territorio, con el objetivo de fijar reglas claras, de planificar nuestro futuro, de proteger los recursos, de orientar la inversión, pero sin dejar de promover la inversión. Vamos a apostar, y esto ya no es novedad, a un mayor nivel de participación, a la construcción de ciudadanía, a partir y a través de los 30 Municipios que tenemos, pero no solamente se agota ahí. La participación de nuestra sociedad la debemos procurar a partir de estas instancias que se generan.
Estoy mirando acá algunos alcaldes y compañeros que me acompañan en esto. Tenemos un desafío maravilloso por delante, con 30 Municipios, donde no sólo son alcaldes o concejales de nuestra fuerza política. Maravilloso desafío y maravilloso compromiso con la profundización de la democracia. También vamos a asumir cada vez un mayor compromiso con los derechos de nuestra gente: equidad, igualdad, libertad, memoria, seguridad y convivencia. Nos comprometemos también a continuar acercando los servicios a cada rincón del departamento. Falta muchísimo. Nos comprometemos a defender el Canelones productor de alimento, esencialmente chacarero, garante de la soberanía alimentaria del país. Nos comprometemos a defender nuestros recursos naturales, garantía de sobrevida de nuestras generaciones futuras. Seremos celosos defensores de nuestro Santa Lucía y nuestros arroyos, asumiendo la responsabilidad que nuestro tiempo nos plantea. Hoy 9 de julio, se está plantando por ejemplo en el Rincón de Santa Lucía, se está reforestando con Sauce Criollo, atendiendo algo que nos pasó durante décadas: que se taló. En estos días estamos elaborando una propuesta muy concreta de que en la cuenca de la Laguna del
Cisne tengamos una zona agroecológica, una zona donde se pueda cultivar, se pueda llevar adelante una experiencia sin el uso de químicos que han complicado a esa laguna. Tenemos que seguir fortaleciendo la identidad canaria a partir de las ricas identidades locales. Nuestras comarcas tienen necesidades de celebrarse y reconocerse. Eso también es promover cultura, es promover la libertad de crear, de inventar, de inventarse. Es este un departamento donde por ejemplo el suelo urbano, el área urbana,
ocupa la misma superficie que todo el departamento de Montevideo. Es Canelones a la vez
el que posee la cuarta parte de la población rural de país y siendo como todos saben un
territorio pequeño. Acá se producen frutas, vinos, pollos, carnes, hortalizas. Además
en Canelones sólo 6 de cada 10 canarios nacimos en Canelones. Y seguimos recibiendo nuevos colones, si es que cabe el término, en tiempo de casi nulo crecimiento
demográfico nacional. Por otra parte, 7 de cada 10 de nosotros vive en el área metropolitana,
el 67 %. Y esta realidad se instaló en época de crisis, pero también de
crecimiento.
Tenemos ciudades en
las que lo rural y lo urbano conviven con una misma realidad.
Para explicarlo: el
pueblo para los canarios es lo urbano, el pueblo nunca nos fue una realidad ajena. A la
gente de campaña nunca le fue distante la ciudad. Y digo esto con conocimiento de
causa. Viví mis primeros años afuera, que no es otra cosa que el adentro profundo. Es
muy común ver en nuestras ciudades del interior canario, gente del medio rural,
porque en 10, 15 kilómetros tenemos dos o tres centros urbanos, por
lo tanto esa
relación de ajenidad no existe. Vivimos en un departamento donde aún se ara con bueyes, en
estos tiempos de energías renovables. A la vez se ha invertido en la industria química,
en la nanotecnología. Se va a poder comer salchichón, tomar una taza de gofio y
poder visitar el Data Center de Antel, por ejemplo. Es este Canelones en que en estos
últimos 10 años, por los datos que tenemos, recibió un caudal de inversión superior a
UPM y Montes del Plata juntos. Este es el Canelones que tenemos.
Estamos en un
territorio donde el nivel de saneamiento es el más bajo, por lejos del país, de conexión a
red. En el departamento que es a la vez puerta fundamental de ingreso de nuestro
país. Está aquí nuestro Aeropuerto de Carrasco, a pesar de que los carteles digan otra
cosa. Tenemos aún muchos canarios viviendo en zonas inundables y en situaciones de
preocupante precariedad barrial. Tenemos en Canelones desarrollos
inmobiliarios que reciben fuertes inversiones desde el exterior y nuevos residentes desde el
exterior. Alguno de estos desarrollos por ejemplo emiten en bolsa.
El Paso Carrasco, a
pesar de los cientos de soluciones que se instrumentaron en estos años, tienen los
nivel de precariedad más preocupantes y sólo a una cuadras tiene el Parque Miramar, una
de las zonas de mayor nivel de inversión inmobiliaria y de poder adquisitivo de la
zona metropolitana. Nuestra tarea es que todos esos Canelones dialoguen, que
convivan, con el especial objetivo de que los más rezagados, los que aún no tienen el
privilegio de una vivienda cálida, los que todavía sufren el hacinamiento y la
exclusión puedan acceder a una vida más digna. Decían unos niños de uno de los
realojos de Paso Carrasco, que una de las cosas que más le gustaba de su nueva vivienda
era poder prender la luz y que saliera agua de las canillas. Nuestra tarea es que nuestra
gente viva mejor y eso no siempre se logra con más plata o con más consumo. Sin
duda que el poder adquisitivo cuenta y mucho. Poder salir de la indigencia y de la
pobreza nos sigue desafiando, pero quizás la clave esté en ese enorme desafío que
es encontrar un sentido a nuestras vidas. En criar y disfrutar a nuestros hijos, en
poder crear junto a otros, poder decidir con los vecinos. Muchas veces los
periodistas nos preguntan ¿Cuándo se van a terminar los pozos?, ¿Cuándo no va a haber más pozos
en Canelones? La respuesta es difícil. Taparemos unos y se van a abrir otros, ojalá
que cada vez tengamos menos. Pero hay algunos pozos que a veces son mucho más
difíciles de tapar, que tienen que ver con no encontrarle un sentido a nuestras
vidas. Queremos que Canelones sea un lugar donde se pueda vivir
mejor. Simplemente
eso.
Para terminar, estar mejor es fundamentalmente formar parte de una comunidad que nos reconozca, que nos cuide, nos promueva, nos haga sentir cada vez mejor. Desde el Gobierno Departamental capaz que podemos hacer mucho para esto, capaz que sólo se trata de eso, casi nada. Muchas gracias”.
Extraído de
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