El ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, advirtió este viernes de lo que podría ser “la peor catástrofe imaginable que pueda ocurrir” en Uruguay.
Huidobro se refirió a lo que puede pasar con la fuente de agua potable en la localidad de Aguas Corrientes, en Canelones, que abastece a “dos millones de personas”, destacó.
Concretamente, el ministro dijo que la aparición de algas en el río Santa Lucía, que provocó mal olor y gusto feo en el agua potable de OSE, puede empeorar si no se toman medidas para prevenir eventos similares y potencialmente peores.
El presidente de OSE, Milton Machado, explicó a Subrayado la situación y le restó dramatismo.
Huidobro hace años que advierte que en las riberas del río Santa Lucía (y en tantos otros) se planta soja y otros cultivos que para su cuidado necesitan fertilizantes y pesticidas altamente tóxicos.
Por estar tan cerca del río estos productos químicos llegan al agua y son los que favorecen la aparición de las algas que provocaron mal olor y gusto nauseabundo en el agua de OSE.
Las algas que aparecieron la semana pasada no eran tóxicas y el agua nunca perdió su potabilidad. Así lo dijeron autoridades de OSE y de la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (URSEA).
Sin embargo, alertó Huidobro, si no se toman medidas estos químicos sí pueden provocar que en algún momento haya un problema más grave.
“La historia me dio la razón lamentablemente. La importancia enorme que tiene Aguas Corrientes, llega a pasar algo ahí y es la catástrofe más grande e imaginable que pueda ocurrir. Necesitamos cuanto antes un plan B, otro lugar de donde sacar agua potable. Imagínese Montevideo sin agua, los inodoros, la red cloacal”, alertó el ministro de Defensa.
Huidobro contó que con la Fuerza Aérea Uruguaya (que este viernes cumplió 100 años), se hizo una investigación al detalle, con fotografías desde el aire, y se detectó el avance y los daños que provocó la agricultura en las márgenes del río Santa Lucía.
El ministro recomendó ver lo que pasó con el mar Caspio, sobre todo al norte, donde por internet se puede ver que el agua está de color verde. “Es un mar muerto. El agua se muere porque se queda sin oxígeno”, concluyó.
El directorio de OSE ya anunció que se reunirá con el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) para promover un cambio en la legislación de manera que se prohíba plantar en una zona cercana a los ríos, en especial ahora el Santa Lucía. Esto para evitar que los agrotóxicos lleguen al agua y contaminen la fuente de agua potable que abastece a la mayoría de los uruguayos.
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